Archivo del sitio

Navega con la luz de tu espíritu – Parte 2


Escucha solo a tu corazón, el es tu maestro. En el verdadero viaje de la vida, tu propia intuición es tu único maestro. OSHO

Hace algunas semanas escribí acerca de la importancia de encontrar el verdadero propósito de nuestra vida. Ahora bien ¿por dónde comenzamos?

Encontrar el verdadero propósito de nuestra vida no es una tarea fácil. Máxime si le adicionamos la complejidad de tener que discernir sobre toda clase de mensajes, comúnmente contradictorios, que recibimos de la sociedad y de los medios de comunicación en general. Lograr sincronizarnos con nuestro verdadero propósito puede llevarnos no solamente tiempo, sino además suele conducirnos por ejercicios de “prueba y error.” Encontrar nuestro verdadero propósito no tiene una fórmula universal, sin embargo, podríamos decir que es más fácil encontrarlo si estamos dedicados a buscarlo, que si no lo hacemos.

Es pues, tener el deseo de encontrarlo el primer paso en esta búsqueda. El siguiente paso, será ser paciente ya que podría ser que no obtengamos resultados inmediatos.

Independientemente de lo anterior, a continuación comparto algunas ideas (enunciativas y no limitativas) que pueden serte de ayuda en la búsqueda de este importante objetivo:

  • Identifica tus fortalezas personales, puede que tu propósito esté relacionado con lo que haces mejor.
  • Identifica tus pasiones y tus gustos, tu propósito estará en dónde te sientas feliz y satisfecho por los logros alcanzados y no tanto por las recompensas obtenidas.
  • Pasa tiempo contigo mismo, la única persona que puede saber hacia dónde dirigirse eres tú. Escucha a tu <<voz>> interior, hazle caso a tus corazonadas. La meditación puede ayudarte.
  • Mantente alerta a los mensajes que puedas recibir. Estate atento a lo que pasa a tu alrededor. Las señales pueden ser muy sutiles, sin embargo, usa tu instinto porque tu corazón sabrá cuándo se trate de algo importante.
  • Mantén tu mente abierta al cambio y no temas “girar el timón.” Prepárate para ponerte en acción, no esperes que las cosas sucedan sin un poco de colaboración de tu parte.
  • Recuerda que no estás en una competencia y que no tienes que demostrarle nada a nadie. El propósito en la vida es personal y solamente se aplica a ti. No dejes que las opiniones o juicios de otras personas alteren tu ruta.

Es indudable que la exposición a las ideas, mensajes y a paradigmas colectivos coadyuven a provocar un “vacío” de comprensión acerca de nosotros mismos. Sin embargo no olvides que tú tienes las condiciones y la capacidad para hacer que el deseo de tu corazón devenga la realidad de tu ser.

Fotografía cortesía de stock.xchng  www.sxc.hu

Zona de Confort – ¿descansas en ella o vives en ella?


«Un barco atracado en un puerto está seguro, pero no es la finalidad para la que fue construido» William Shedd

Para la mayoría de las personas resulta difícil reconocer que se hayan estancadas en una zona de confort. No sería sencillo poder definir confort sin entrar en discusiones subjetivas de opinión. Sin embargo, la mayoría de las veces, cuándo una persona se encuentra en una situación en donde puede cubrir sus necesidades específicas de una forma relativamente cómoda y sin mucha presión, inconscientemente se estabiliza en una condición en donde cambia sus aspiraciones por el desahogo. La zona de confort es un conjunto de límites autoimpuestos que llegamos a considerar como parte misma de la vida cotidiana.

Con lo anterior, podríamos llegar a entender porqué hay personas que realizan una misma actividad durante décadas simplemente porque esta les ayuda a mantener cierto estilo de vida. En otras palabras, empeñan su crecimiento personal por un poco de comodidad.  Sin embargo, solamente los retos causan crecimiento. El cambio pone a prueba nuestras habilidades y por ende las desarrolla.  No obstante, es cierto que el cambio causa ansiedad y esta es una de las representaciones del miedo. La falta de confianza y temor a lo diferente son otras de las causas que mantienen a la gente dentro de una jaula. Aunque cómoda, no deja de ser una jaula.

Solamente cada uno de nosotros (y nadie más) puede saber si se encuentra <<enterrado vivo>> en una zona de confort. Usa tu zona de confort para descansar, para revisar el rumbo de tu vida, para redefinir prioridades en tus planes, pero no para vivir en ella.

Solamente cuándo te haz trazado un mapa de vida y cuándo estás persiguiendo tu verdadero propósito, puedes llegar a saber si el rumbo que haz elegido es el correcto o es momento de girar el timón. De otra manera, es difícil saber si haz perdido el rumbo o inclusive si sigues amarrado al muelle.

Los hábitos 2 y 3 de “Los 10 Hábitos de la Gente Altamente Atractiva” pueden ayudarte a entender los pensamientos y creencias limitantes que de manera inconsciente te bloquean tus planes y aspiraciones.

Fotografía cortesía de stock.xchng http://www.sxc.hu/

Día de muertos – una tradición que nos visita desde el “más allá”


Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo…. del miedo al cambio. Octavio Paz

Los dos de Noviembre de cada año, se revive la tradición de “día de muertos.” En esta fecha, vivos y difuntos se reúnen en torno a un festejo que nos recuerda que aquellos que fallecieron, simplemente están ausentes y no por ello muertos.

La muerte para muchas culturas es un símbolo emblemático y motivo de culto, respeto y hasta temor. En algunas culturas y en particular en la mexicana, se ha desarrollado una rica tradición de veneración, culto y con ciertos tintes de cercanía y pertenencia: los vivos y los muertos conviven de manera cotidiana.

Este culto a la muerte se extiende más allá de simples muestras de reconocimiento y respeto a los difuntos.  Es parte del mismo soporte místico de la cosmogonía mexicana. Si bien, con el paso del tiempo ha ido adaptando y acogiendo otras creencias, indudablemente refleja que la vida continúa después de la muerte. Antiguamente, la muerte no tenía ningún significado moral del bien o del mal. Las ideas del cielo y el infierno fueron introducidas por la religión católica durante la evangelización. Originalmente, la muerte no implicaba en si misma un premio o un castigo, simplemente era un hecho de la vida.

Debemos de reconocer que la muerte no es restrictiva, no es tajante ni tampoco representa el final. Es simplemente un cambio que nos ayuda a recordar que no necesitamos nada a dónde vamos. Nos vamos tal cual como llegamos: con las manos vacías. Desafortunadamente, en un mundo tan materialista y egoísta, es difícil evadir el apego a los bienes mundanos. La sola idea de perder lo que tenemos nos llena de angustia y temor. Este miedo nos petrifica y nos enrola en actividades y tareas orientadas a evadir o atrasar lo ineludible: nuestro deceso. En nuestra infértil búsqueda de consuelo y evasión del cambio, nos olvidamos de la verdadera razón por la que estamos aquí: descubrirnos a nosotros mismos, encontrar un significado para nuestra existencia, perseguir nuestro propósito verdadero y provocar con ello un nivel de entendimiento más elevado que sí nos acompañará en nuestro viaje transicional.

La sabiduría antigua nos recuerda que la muerte es simplemente un cambio. Si bien las religiones modernas también suman este concepto, incorporan un elemento que transita sobre el hecho de premiar o castigar. El cielo y el infierno se hacen presentes como amenaza latente que vuela sobre las cabezas de la humanidad cuyo único propósito es el de controlarla y manipularla.

¿No es tiempo de empezar a recordar la tradición antigua y reconocer a la muerte como un cambio natural de la vida misma y no como un castigo ineludible que mientras sucede nos agobia el tránsito durante la vida en este plano físico?

¿No es momento de ver a la muerte como la lección que nos enseña que tenemos algo más importante por descubrir en esta vida que simplemente volcarnos a atesorar bienes o perseguir actitudes egoístas que no nos harán falta en nuestra siguiente etapa?

Foto cortesía de Stock.xchng: http://www.sxc.hu/

Encuentra tu verdadero propósito en la vida – Navega con la luz de tu espíritu


Cuando un hombre camina en dirección a su destino, se ve forzado muchas veces a cambiar su rumbo.
Paulo Coelho

Todos nosotros anhelamos tener una vida dichosa, llena de alegría, de paz y de felicidad. ¿Y por qué no? No hay nada de malo ni egoísta en querer perseguir y alcanzar una vida plena. Sin embargo, no es poco común que dediquemos la mayor parte de nuestros esfuerzos y nuestro tiempo a realizar actividades que en el fondo no nos resultan agradables ni interesantes. De manera cotidiana, realizamos tareas y trabajos que o bien sólo nos satisfacen superficialmente, o bien no lo hacen del todo. Sin embargo, nos sentimos obligados a hacerlas porque de alguna manera creemos que eso es lo que se espera de nosotros. Aunque en realidad no habría nada de malo en cumplir con nuestras obligaciones, debemos de reconocer que nuestra vida sería más dichosa si las actividades que emprendemos día con día, no solo nos ayudan a cumplir con nuestras responsabilidades, sino que además el simple hecho de hacerlas nos llena de motivación y alegría.

Si lo meditamos un poco, no podría haber situación más frustrante que tras años de diligente esfuerzo, nos encontremos mirando hacia atrás sólo para darnos cuenta de que  lo que hemos venido haciendo ni nos satisfizo ni tampoco nos ayudó a llegar a donde pretendíamos hacerlo. En otras palabras, nos parecería que las cosas que hicimos nos salieron mal a pesar de nuestro esfuerzo y dedicación. Desafortunadamente, esta situación puede estar sucediéndonos sin siquiera darnos cuenta. De manera rutinaria, distraída y hasta inconsciente nos enrolamos en las actividades cotidianas y nunca nos damos tiempo para hacer un alto en el camino para revisar nuestro mapa. Es más, quizá nos encontremos tan ocupados que ni siquiera hemos pensado en trazar uno. Si este fuera el caso, y en verdad no sabemos bien a bien hacia dónde vamos, entonces nos encontramos navegando a la deriva. El viejo adagio dice: “no hay viento favorable para un barco sin rumbo.”

Por lo tanto, si pasamos año tras año persiguiendo objetivos difusos, poco claros e inclusive ajenos, nos llevará invariablemente a desembocar en una situación en la que desafortunadamente nos daremos cuenta que hemos estado perdiendo el tiempo. Infelizmente, ese tiempo perdido ya no lo vamos a poder recuperar. Se hace imprescindible entonces, que tracemos nuestro mapa lo antes posible. Definir esta carta de navegación personal será la diferencia entre llegar a dónde pretendemos o pasarnos la vida a la deriva. Aún y cuando trazar este mapa puede no ser una tarea sencilla, necesitamos esforzarnos para hacerlo. Debemos de reflexionar y buscar en nuestro interior el verdadero propósito de nuestra vida.

¿Conoces el tuyo?

Quizá te encuentres persiguiendo plenamente tu propósito, quizá ya lo estás buscando o probablemente estés en el proceso de reconocer la importancia de encontrarlo. Independientemente en qué etapa te ubiques, te darás cuenta que encontrar el verdadero propósito de tu vida le va a dar sentido a tus acciones y decisiones. Además, te va a dar una dirección y un rumbo a seguir y adicionalmente te va a llenar de energía y motivación realizar actividades de manera cotidiana que te llenan de alegría y júbilo. En pocas palabras, un propósito le aporta significado a tu vida.

Cómo se mencionó anteriormente, encontrar el verdadero propósito de nuestra vida no siempre es una tarea fácil. Sin embargo, debemos de darnos el tiempo para encontrarlo. Cuando lo hagas, no temas “girar el timón” para recuperar el rumbo. El Hábito 1 del libro “Los 10 Hábitos de la Gente Altamente Atractiva” te será de utilidad para empezar a provocar el auto-conocimiento que te ayudará en esta tarea. Solamente tú (y nadie más) eres capaz de descubrirlo. Si todavía no lo haces, nunca es demasiado tarde para empezar a buscarlo.

Fotografía cortesía de stock exchange www.sxc.hu

Reconéctate con tu yo superior (segunda parte)


Los 10 hábitos de la Gente Altamente Atractiva aplicados para reconectarte con tu “yo superior.”

Si el espíritu es un atributo divino, una existencia conforme al espíritu será verdaderamente divina.

Sigmund Freud

Hábito 2: Libera tu mente de emociones y pensamientos limitantes

La mayoría de nosotros tenemos de manera inconsciente una serie de paradigmas que literalmente nos llevan a ser lo que creemos que somos y a tener lo que creemos que merecemos. Date cuenta que eres tú quien decide esas convicciones y que nadie te obliga a mantenerlas o a aceptarlas. Los pensamientos limitantes, que pueden tomar forma de duda o miedo, te alejan de poder elevar tu nivel de conciencia y de establecer una conexión en armonía con tu yo interior. Estos pensamientos te restringen para poder experimentar al máximo la vida y te contribuyen a sentir agobio y preocupación por vivir. Si tu mente te dice “eso es imposible” o “eso es difícil,” entonces inevitablemente estarás atrayendo a tu realidad, situaciones de imposibilidad o dificultad que no harán más que confirmarte tus propias convicciones.

Recuerda la analogía que se establece entre el proceso creativo y la metamorfosis de la mariposa en la página 30 del libro “Los 10 hábitos de la Gente Altamente Atractiva.” Cada uno de nosotros puede elegir pensar como oruga y mantener los mismos esquemas mentales que te ratifican día a día la misma realidad, o pensar como mariposa y enfocar la mente hacia ideales más elevados.

Tu “yo superior” no está alejado, no está dormido ni tampoco se encuentra separado de ti. Vive en armonía y unidad contigo y te está continuamente hablando y guiando. Tu “ser superior” no conoce límites ni dificultades. Estará siempre ahí para ti y está en ti hacer o no posible esta reconexión. Tus pensamientos y paradigmas pueden aproximarte o alejarte en este proceso. Identifica, reconoce y libérate de aquellos pensamientos que te impidan acercarte y escuchar a tu guía interior.

Foto cortesía de stock.schng

Reconéctate con tu Ser Superior (primera parte)


Los 10 hábitos de la Gente Altamente Atractiva aplicados para reconectarte con tu “Ser Superior.”

Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia,
podremos descubrirnos como criaturas de perfección…

Juan Salvador Gaviota

Habito 1: Conócete a ti Mismo

Indiscutiblemente el primer paso para establecer la reconexión con tu guía interna, consiste en que tengas plena conciencia y conocimiento de quién eres tú y que reconozcas que ésta expresión espiritual reside en tu interior. Cada persona sobre la tierra cuenta dentro de su cuerpo físico con dicha expresión. La puedes llamar alma, espíritu o de cualquier otra forma. Esta parte de tu ser está ligada en armonía de manera natural con el universo y con todo lo que existe, incluyéndote a ti.

Este aspecto de nosotros mismos, nuestro “Ser Interior,” si se lo permitimos puede llegar a jugar un rol importante y decisivo en nuestra vida. El “Ser Interior” y tú no están en realidad separados el uno del otro, porque ambos constituyen dos vertientes de la misma fuente. Para descubrirlo, simplemente tienes que aprender a atenuar tu mente lógica y racional para poder sincronizarte con tu guía interior. Si eres como la mayoría de la gente, entonces tienes esa pequeña “vocecilla” dentro de tu cabeza que no se está quieta y te está hablando constantemente. Para poder reconectarte con tu yo interior, debes de aprender a “callar” a esta voz y simplemente permitir que tu fuente entre en sincronía con tus pensamientos.

Para lograr la conexión, debes de aprender a aquietar la mente y así evitar que la ansiedad y las preocupaciones estorben el proceso. El ejercicio de las páginas 17 y 18 del libro “Los 10 Hábitos de la Gente Altamente Atractiva” te puede ayudar en esta tarea. Cómo en todo, la práctica te ayudará a dominar la técnica.

Tu sistema de  “guía personal” te será de gran ayuda para definir el camino y las acciones que debes de emprender para engancharte con tu propósito verdadero. Nuestra mente, a veces racional en exceso, suele guiarse por lo que le parece más lógico. Regularmente cómo parte de este proceso, tendemos a escuchar y hasta validar nuestras propias creencias y deseos con las opiniones del resto de la gente. Sin embargo, debes de entender que tu “guía interior” es suficiente y mucho más importante que la opinión o la dirección de los demás.

Cuando estableces una conexión efectiva y en armonía con tu guía interior, el universo manifestará para ti las experiencias y oportunidades que te llevarán hacia dónde realmente perteneces y a dónde tu verdadero yo quiere ir. Tus emociones, en todo momento te servirán de guía en el camino. Recuerda que si experimentas emociones positivas como alegría, júbilo o esperanza, significa que estás tomando las acciones y camino correctos. Si por el contrario, sientes miedo, angustia, depresión o dolor, entonces es hora de modificar el rumbo (revisa la página 77 del libro “Los 10 Hábitos”). Por ejemplo, si al despertar por las mañanas experimentas hastío o depresión por tener que realizar tus actividades cotidianas, significa que estas no te resultan verdaderamente satisfactorias y que necesitas un cambio de rumbo. Tu guía interior te lo indica de forma inequívoca a través de las emociones que experimentas.

Conócete a ti mismo y eleva el nivel de tu consciencia. Acepta a tu “yo interior,” invítalo a tu vida y aprende a vivir en armonía con él. La práctica diaria de la meditación te será de gran ayuda en este proceso.

Entender las razones detrás de nuestras metas


Tú no necesitaste fe para volar, lo que necesitaste fue comprender lo que era el vuelo.

El significado del vuelo va más allá de una manera de trasladarse para conseguir algunas migajas caídas de un bote.

Juan Salvador Gaviota

A medida que vamos creciendo y desarrollándonos, de una u otra manera aprendimos que para alcanzar nuestras metas es necesario tener confianza en nosotros mismos. En otras palabras, necesitamos nutrirnos con fe. Sin embargo, son escasas o quizá nulas las veces en que se nos invitó o enseñó a entender las razones por las cuales queríamos alcanzar tal o cuál objetivo.

A medida que nos convertimos en adultos, la “chispa” y capacidad de soñar de nuestra infancia va desapareciendo y a falta de comprensión, comenzamos simplemente a acostumbrarnos a vivir en un estado rutinario y hasta inconsciente. Nunca supimos realmente para qué queríamos ser presidentes, reyes, astronautas, científicos, doctores, etc.

Ahora, la mayoría de los días nos levantamos de forma automática, nos subimos al auto, al bus o al subterráneo y simplemente invertimos gran parte de nuestro esfuerzo y “capacidad de vuelo” para trasladarnos a buscar esas migajas caídas del bote. Solemos mantener nuestra mente enfocada en “hacer” y poco nos ocupamos en reflexionar acerca de “por qué hacerlo.” Si acaso, nos convencemos de que estas razones se explican simplemente para cumplir con ciertas responsabilidades u obligaciones que descansan sobre nuestros hombros.

¿Sabes bien para qué emprendes el vuelo todos los días?

¿Dónde quedaron aquellos sueños que tanto te hacían sonreír de niño?

¿Tus verdadero propósito esta alineado con las actividades que realizas cotidianamente?

¿Te sientes satisfecho, completo y feliz con tu vida?

Todos los objetivos que nos planteamos en la vida, siempre resultan más alcanzables cuando conocemos la verdadera razón qué yace detrás de cada uno de ellos. Tú sabes bien que tienes la capacidad de lograr todo lo que te propongas, en ti subyace de manera natural una fe poderosa. Sin embargo, quizá es momento de no solamente creer en todo lo que podemos alcanzar sino empezar a entender bien para qué lo queremos lograr.

Es posible que muchas veces te hayas empeñado diligente y eficientemente en alcanzar algún objetivo y a pesar de tus esfuerzos no lo has conseguido. ¿No será que quizá este objetivo no está alineado con tu verdadero propósito en la vida?

Si quieres modificar de manera efectiva lo que ves <<allá afuera>> empieza por entenderte mejor a ti mismo y a armonizar con tu ser interior. Solamente hay una persona que te puede ayudar a descubrir este camino: tú mismo.

Te invito a poner en práctica los hábitos 1, 9 y 10 del libro “los 10 hábitos de la Gente Altamente Atractiva.” Descubre algunas técnicas para comenzar a alinearte con tu guía interior, conoce la importancia de la fe, así como la relevancia de ampliar tu sabiduría.

Fotografía cortesía de: stock.xchng http://www.sxc.hu/

Tu vida necesita un cambio cuando…


 “Cuándo no sepas lo que quieras, elige felicidad, y cuándo no sepas que hacer, no hagas nada.”

Mike Dooley

De manera cotidiana, nuestros esfuerzos y acciones de una u otra manera están orientados a mejorar nuestro estilo de vida y a buscar ser “más felices.” Diariamente cada uno de nosotros dedica gran parte de sus actividades y empeño a la consecución de estos objetivos.

Si quisiéramos separarlos, podemos decir para simplificar que la mayoría de los individuos divide sus metas en dos partes: la económica y las demás. La primera es muy objetiva y se puede establecer en términos de “pesos y centavos.” Sin embargo la segunda suele ser más subjetiva y no resulta tan sencillo establecer métricas que la evalúen eficazmente.

No obstante lo anterior, me parece que si por un lado nos resulta más sencillo medir la parte económica, deberíamos por el otro intentar también establecer una especie de operación aritmética para medir la segunda. Durante mis años en la universidad, aprendí que existen algoritmos que se pueden usar para diferentes fines, entre ellos, por ejemplo se encuentran aquellos que se aplican para conocer la “salud” de las empresas. Cuando se usan, estas fórmulas matemáticas arrojan un resultado que nos indica fríamente si la empresa está bien o está mal, no hay puntos intermedios ni espacio para discusión.

Basado en este ejemplo, ¿pudiéramos llegar a establecer alguna “prueba ácida” para aplicar a nuestra vida? Es decir, una especie de algoritmo cuyo resultado sea simplemente sí o no. El resultado arrojado debería de ser una interpretación reveladora, sin espacio para la discusión u opinión. Necesitamos objetividad en la prueba, pues el resultado (nos guste o no) nos indicaría que debemos de establecer algunos cambios en nuestra vida para de alguna manera corregir el rumbo y poder dirigirnos hacia donde realmente nos gustaría ir.

Yo propongo realizar el ejercicio que Steve Jobbs describe en 2005 durante su discurso a los graduados de Stanford:

Mírate al espejo cada mañana y pregúntate: “¿si hoy fuera el último día de mi vida, me gustaría hacer lo que estoy por hacer el día hoy?” Y cuándo la respuesta es “No” por varios días, sabrás que tienes que cambiar algo.

Resulta interesante que una reflexión tan sencilla pueda llegar a “tocarnos” tan profundamente. Cuándo tu respuesta es no, entonces significa que no estas cubriendo con las expectativas conscientes o subconscientes que te gustaría alcanzar. En conclusión, tu vida necesita un cambio. Quizá otros objetivos que te has propuesto se están cumpliendo, sin embargo, estos se están alcanzando a costa de otros que inconscientemente consideras igualmente o quizá más importantes. O bien, simplemente estas dejando de lado algo que es valioso para ti.

¿Te has preguntado qué quieres hacer el resto de tu vida?

¿Te has preguntado cuál es el propósito de tu vida?

Dentro de ti, existe el potencial para cambiar tu vida y dirigirla exactamente hacia donde esa “vocecilla” interna te dice que debes de ir. Todo empieza por alinear tus pensamientos precisamente con ese modelo de vida que imaginas como ideal. Llega a conocerte a ti mismo, y empieza a construir la vida de diseño intencional que quieres para ti.

Busca más consejos y reflexiones prácticas en el libro “Los 10 Hábitos de la Gente Altamente Atractiva” da clic en la siguiente liga:

 

Fotografía cortesía de stock.xchng http://www.sxc.hu/

El Miedo: catalizador silencioso


«El miedo cultiva miedo» Byron Janis

Dentro de cada uno de nosotros, queramos ser conscientes de ello o no, habitan una serie de temores que influencian de una manera silenciosa pero contundente nuestra manera de actuar y de pensar. El miedo al fracaso, a la crítica o a la muerte – por mencionar sólo algunos – viven en nosotros de forma inconsciente. Estos miedos, nos guste admitirlo o no, afectan nuestra actitud y nuestra modo de conducirnos. Si tememos al fracaso, es posible que nos mostremos reacios y cautos hacia la aventura y búsqueda de nuevas experiencias. Si tememos a la crítica, es posible que nos comportemos cómo la mayoría de la gente esperaría que lo hiciéramos y observemos los cánones, paradigmas e ideologías socialmente aceptados. Y si tememos a la muerte, posiblemente abracemos ideologías para que nos ayuden a cargar el peso artificial de nuestra propia incertidumbre.

Desde una postura de análisis crítico y objetivo, podemos tender a pensar que alguien estaría muy poco dispuesto a hacer algo en contra de su propia voluntad. Sin embargo, esta situación cambia por completo si el individuo recibe presión del medio ambiente en el que se desenvuelve.

El miedo en lugar de hacernos avanzar,  atenaza y limita nuestra capacidad de reacción. El temor inducido torna dócil y manipulable a la sociedad. Cada época ha impreso de manera efectiva miedos en la conciencia colectiva de la gente. El temor infundido cumple un propósito: sumisión y alineación.

¿Cómo podemos deshacernos de esta emoción tan negativa?

Dentro de la mayoría de nuestras motivaciones existe de manera inconsciente algún tipo de temor que moldea o afecta nuestros actos. La única manera de afrontarlo eficazmente es reconocerlo y ser consciente de el. Tenemos que reconocer que el temor nos hace vulnerables y que paraliza nuestra capacidad de análisis objetivo. El temor no provoca el entendimiento. Sin embargo, es imprescindible entender que el miedo tiene su origen en la mente y éste es muchas veces imaginario.

Hay que estar atento a las diversas formas que el miedo puede tomar. Puede por ejemplo, querer atraparnos en forma de sentimiento de culpa o de ansiedad hacia la incertidumbre. Es indispensable que logremos identificar cuando nuestra mente se encuentra en una etapa de confusión y caos que la está guiando ineludiblemente a un estado de petrificación.  <<Anclar>> la mente y evitar que esta divague es la mejor solución que puedes aplicar. Tu mejor aliado hacia el entendimiento: la respiración consciente.

Fotografía: stock.xchng www.http://www.sxc.hu/