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Los amigos que valen la pena


foto manitos¡Un afectuoso saludo a todos mis seguidores!

Hoy quiero rendir un tributo a todos ustedes: los amigos que valen la pena.

En esta sociedad en la que vivimos, donde los seres humanos nos relacionamos típicamente para buscar satisfacción y conveniencia mutua, es sin duda inapreciable el valor que tiene una verdadera amistad. Y me refiero a aquella que es honesta, desinteresada y que se sostiene en el verdadero amor y la confianza.

Aunque parezca contradictorio, solemos cobijar nuestras relaciones en el amor, sin embargo, nos hemos preguntado si ¿viven nuestras relaciones en un estado de comunión y libres de miedo? O será más bien que cada uno vive la relación a su manera, es decir, desde lados opuestos de una especie de muro y defendiendo sus propios intereses, deseos, necesidades o ambiciones. Sólo nos asomamos por encima del muro para relacionarnos y hablar de las obligaciones y responsabilidades del otro mientras enmascaramos nuestras propias intensiones con una actitud de respeto y aderezamos el dialogo con una infusión de tolerancia. Es evidente que si alguien busca satisfacción y siente que el otro se la puede proporcionar entonces lo incluirá, si no, lo evitará. Es claro que ambas partes buscarán seguridad por lo que si no la obtienen simplemente terminan la relación y habrá un conflicto entre ellas.

¿Qué es primero entonces: el deseo o la relación? Es obvio que lo primero y por tanto la relación es satisfacción y sólo nace cuando el uno espera algo a cambio del otro. Pero para ser sinceros ¿que podríamos esperar distinto si así nos lo han inculcado por generaciones? Infelizmente, se nos educa para relacionarnos preferiblemente con quienes nos ayuden en la consecución de nuestros objetivos ya sean económicos, sociales, políticos o psicológicos. De la misma manera, se nos indica que debemos de evitar a ciertos grupos basados simplemente en su posición social o aspecto e inclusive se nos instila a temerle a quienes profesan cierto credo, tienen un color de piel distinto o porque simplemente son de cierta nacionalidad.

No obstante lo anterior, dentro de esta sociedad vacía y a veces tan sin sentido, quiero reconocer que existen luces y dedicarle este mensaje y reconocimiento a manera de homenaje a todas ellas: mis lectores anónimos que de forma desinteresada dedican su tiempo para leer mis ideas e invierten su reflexión en lograr un cambio profundo que dejará huella en la comunidad.

Para todos ustedes, que muestran un desinterés legítimo y que entienden el valor de una verdadera amistad, les deseo de todo corazón el mayor de los éxitos en su búsqueda, que sé está muy alejada de lo que el hombre común e interesado busca.

A todos mis amigos, los zahantis «los despiertos» en verdad muchas gracias por su amistad, desinterés y confianza.

¡Felices fiestas!

fotografía cortesía de http://www.sxc.hu

 

Non Habemus Papam – un cambio de estafeta espiritual


san pedro

La verdad siempre resplandece al final, cuando ya se ha ido todo el mundo. Julio Cerón

De acuerdo con San Malaquías, Benedicto XVI sería el penúltimo Papa de la historia y llevaría el lema de “gloria olivae” (la gloria del olivo). Sin pretender tener la intención de dar fe a ningún vaticinio, pareciera que para la curia, el lema que más les gustaría hacer valer aquí es “la gloria del olvido.” La renuncia del papa ha provocado sorpresas y deja espacio a muchas especulaciones que apuntan hacia las verdaderas razones detrás de su decisión. Los múltiples escándalos y casos de corrupción y abuso aparecen incesantemente en la Iglesia. Hasta hoy, continúan recibiendo la misma respuesta de impunidad, omisión y silencio que lógicamente a los creyentes, les resulta imposible de olvidar.

Es innegable que la Iglesia está pasando por una crisis profunda que se dramatiza aún más con la dimisión del actual pontífice. Benedicto XVI,  deliberadamente eligió para sí un lema y lo llevó a su pontificado. Dicho lema lo adoptó desde que fue nombrado Arzobispo de Munich: «cooperatores veritatis» (colaborador de la verdad).

¿Fue quizá esta actitud de apertura y humilde reconocimiento de errores la que le generó resistencia y rechazo entre sus colaboradores? Es indudable que este Papa es un gran intelectual quien recibió la dificil tarea de guiar a la Iglesia en una época de profundos movimientos de cambio. Aparentemente, eligió dirigirla desde el timón de la verdad.

Si bien resultará dificil conocer la verdad detrás de esta decisión, la nunciatura nos podría sugerir que estos acontecimientos son indicadores de que la Iglesia está en constante renovación, la realidad es que continua atada a viejas costumbres y a dogmas petrificados. La Iglesia no se renueva, lo que está sujeto a renovación constante es la fe y en este momento, parece que está cruzando por un momento importante: La fe inicia de nuevo. 

En medio de la tempestad, el capitán del navío abandonó el timón. Si bien, las razones personales que aparentemente respaldan esta medida son muy respetables, es un símbolo de que las tradiciones y los principios de la fe (al menos la estatutaria) se están tambaleando. En los próximos días, estaremos expuestos a anuncios adornados de forma abundante y “copeteados” con aderezos teológicos para indicar que todo está controlado. Es posible que inclusive presenciemos un cónclave atípicamente corto.  Sin embargo, la realidad es que durante este momento tan relevante de la historia de la religión romana, un nuevo católico está despertando. Este nuevo creyente es más progresista, le gusta participar del mundo y someterse al aprendizaje de sus propias experiencias. Aunque pareciera ser menos receptivo a los dogmas, suele abrazar ideas que le parezcan novedosas y liberales. Esta actitud, lo puede llegar a convertirle en un cómplice de la comunidad anticatólica.

El abrupto cambio en la capitanía de la Iglesia, alcanza a la sociedad en un momento crucial. Se deja en evidencia que será difícil para la nunciatura recobrar el rumbo sin dejar a la vista actitudes chapuceras y argucias políticas. El Vaticano lucha por encubrir su nido de corrupción, lavado de dinero y pedofilia que ponen al descubierto que la curia queda muy alejada del cielo y terriblemente cerca del pecado y la cotidianeidad mundana. La jerarquía católica, deja a la vista ser un reflejo de una profunda descomposición moral que se presta a proteger privilegios y encubrir a criminales.

Si bien pareciera ser un momento para dar rienda suelta a la secularización, estamos ante una oportunidad sin precedentes. Hoy, la comunidad católica se encuentra ante la gran posibilidad de liberar algunas ataduras y comenzar a buscar la verdadera fe y auténtica espiritualidad en dónde siempre residió: en nosotros mismos. Es un momento cumbre para leer las Escrituras con ojos nuevos y abrir la mente al conocimiento que reside en otras fuentes, no necesariamente canónicas. Es tiempo de cuestionar los dogmas y romper así las cadenas que nos ataron durante siglos a una esclavitud espiritual.

Es el momento de reconocer que la fe católica no se escapa de embustes políticos y de enredos morales. El Estado Vaticano nos deja entrever una oscura realidad mundana que todavía podría esconder algunos oscuros secretos entre sus paredes.

Es pues, un momento de renovación espiritual y no de abandono divino. Aprendamos y atrevámonos a reencontrarnos con nuestro ser verdadero. Él vive en nosotros y nosotros en él, nunca ha tenido planes de renunciar y siempre nos estará esperando para acompañarnos “hombro con hombro” el resto del camino. Quizá la consigna de Malaquías sobre Gloria Olivae (el triunfo de la paz) resida, aunque sea en parte, en este proceso de renovación de fe. El tiempo dirá si Benedicto XVI será recordado por haber sido un franco «cooperatores veritatis» y si esta postura tendrá un eco favorable en el desarrollo de la vida espiritual de los católicos.

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Reconéctate con tu yo superior (cuarta parte)


Los 10 hábitos de la Gente Altamente Atractiva aplicados para reconectarte con tu “yo superior.”

«Vive de tu imaginación, no de tu pasado.» Stephen R. Covey

Hábito 4: Visualiza

Cómo ya he mencionado en  artículos anteriores, cada persona sobre la tierra, es en verdad una expresión espiritual vinculada de manera natural y armónica con las fuerzas creativas del universo y con todo lo que existe. Esta expresión habita en el interior de cada uno de nosotros. Reconocerla y reconectar con ella para así invitarla a formar parte activa de nuestra vida nos ayudaría a recordar quienes somos realmente, y a sacar el máximo provecho de nuestra experiencia física.

No obstante, es importante reconocer que independientemente de lo anterior, cada uno de nosotros tenemos una percepción o definición sesgada y hasta artificial de ella. En otras palabras, solemos definir y entender nuestra expresión espiritual basados en dogmas o creencias que nos fueron de una u otra manera inculcados desde temprana edad.

Independientemente de lo que hayamos aprendido o nos haya sido enseñado, es importante considerar que la fuerza “invisible” que reside en nuestro interior es alcanzable y podemos abrir la puerta para establecer una conexión efectiva con ella. Aunque esto en principio pueda sonar a fantasía, en realidad es posible vivir la experiencia física apoyándonos en nuestra guía espiritual.

De ella recibimos ayuda de manera incondicional y nunca emitirá juicio alguno en nuestra contra. Un buen comienzo en esta tarea de reconexión, es imaginar que ésta sucede. Pensar y sentir que nos comunicamos de manera directa con ella es un buen ejercicio para establecer la comunicación con nuestro yo verdadero. Mientras lo haces, procura sentir y experimentar la paz, alegría, confianza y bienestar que te provoca saber que estas siendo ayudado y guiado por una fuerza todopoderosa.

Imaginar esta reconexión y experimentar el sentimiento que nos provoca esta situación es un buen ejercicio para poner en práctica y facilitar la reconexión con nuestro yo superior. Inténtalo durante tus sesiones de meditación. Estate atento a los mensajes y señales que empieces a recibir. Este es un ejercicio personal, abre tu mente y escucha a tu corazón.

Fotografía cortesía de: http://www.sxc.hu/

Día de muertos – una tradición que nos visita desde el “más allá”


Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo…. del miedo al cambio. Octavio Paz

Los dos de Noviembre de cada año, se revive la tradición de “día de muertos.” En esta fecha, vivos y difuntos se reúnen en torno a un festejo que nos recuerda que aquellos que fallecieron, simplemente están ausentes y no por ello muertos.

La muerte para muchas culturas es un símbolo emblemático y motivo de culto, respeto y hasta temor. En algunas culturas y en particular en la mexicana, se ha desarrollado una rica tradición de veneración, culto y con ciertos tintes de cercanía y pertenencia: los vivos y los muertos conviven de manera cotidiana.

Este culto a la muerte se extiende más allá de simples muestras de reconocimiento y respeto a los difuntos.  Es parte del mismo soporte místico de la cosmogonía mexicana. Si bien, con el paso del tiempo ha ido adaptando y acogiendo otras creencias, indudablemente refleja que la vida continúa después de la muerte. Antiguamente, la muerte no tenía ningún significado moral del bien o del mal. Las ideas del cielo y el infierno fueron introducidas por la religión católica durante la evangelización. Originalmente, la muerte no implicaba en si misma un premio o un castigo, simplemente era un hecho de la vida.

Debemos de reconocer que la muerte no es restrictiva, no es tajante ni tampoco representa el final. Es simplemente un cambio que nos ayuda a recordar que no necesitamos nada a dónde vamos. Nos vamos tal cual como llegamos: con las manos vacías. Desafortunadamente, en un mundo tan materialista y egoísta, es difícil evadir el apego a los bienes mundanos. La sola idea de perder lo que tenemos nos llena de angustia y temor. Este miedo nos petrifica y nos enrola en actividades y tareas orientadas a evadir o atrasar lo ineludible: nuestro deceso. En nuestra infértil búsqueda de consuelo y evasión del cambio, nos olvidamos de la verdadera razón por la que estamos aquí: descubrirnos a nosotros mismos, encontrar un significado para nuestra existencia, perseguir nuestro propósito verdadero y provocar con ello un nivel de entendimiento más elevado que sí nos acompañará en nuestro viaje transicional.

La sabiduría antigua nos recuerda que la muerte es simplemente un cambio. Si bien las religiones modernas también suman este concepto, incorporan un elemento que transita sobre el hecho de premiar o castigar. El cielo y el infierno se hacen presentes como amenaza latente que vuela sobre las cabezas de la humanidad cuyo único propósito es el de controlarla y manipularla.

¿No es tiempo de empezar a recordar la tradición antigua y reconocer a la muerte como un cambio natural de la vida misma y no como un castigo ineludible que mientras sucede nos agobia el tránsito durante la vida en este plano físico?

¿No es momento de ver a la muerte como la lección que nos enseña que tenemos algo más importante por descubrir en esta vida que simplemente volcarnos a atesorar bienes o perseguir actitudes egoístas que no nos harán falta en nuestra siguiente etapa?

Foto cortesía de Stock.xchng: http://www.sxc.hu/

Reconéctate con tu yo superior (tercera parte)


Los 10 hábitos de la Gente Altamente Atractiva aplicados para reconectarte con tu “yo superior.”

La creencia no es el principio, sino el fin de todo conocimiento.

Johann W. Goethe

Hábito 3: Revisa tu patrón de creencias conflictivas o incongruentes

Desde que somos niños se nos inculcan muchas conductas e ideas. Se nos enseña acerca de lo que está bien y de lo que está mal, acerca de lo que es moral e inmoral e inclusive se nos enseña qué tipo de actitudes y comportamientos debemos de mostrar ante ciertas situaciones. Este aprendizaje nos acompaña de manera inconsciente durante toda la vida. Esta programación mental estará allí para “regresarnos a la caja” y mantenernos atrapados dentro de los límites que nosotros mismos nos hayamos impuesto.

En lo que se refiere a la espiritualidad y nuestra relación con el Creador, no es la excepción. Desde que nacemos, los seres humanos somos educados en <<La palabra>> de Dios. Ya sea si crecimos católicos, protestantes, judíos, musulmanes, o de cualquier otra religión recibimos y aprendemos de nuestras familias y de la casa religiosa correspondiente, la verdad sobre Dios y sus misterios. Cada doctrina tiene sus fundamentos, sus rituales y sus tradiciones. Sin embargo, aunque a primera vista pareciera que existen diferencias entre cada una de ellas, en el fondo se tratan de modelos de pensamiento similares.

La palabra religión, proviene del latín “religare” que significa re-conectar e implicaría algo así como el medio por el cual establecemos una reconexión con el origen o con la fuente. En otras palabras, el objetivo de la religión es indicarnos y definirnos cuál es nuestra relación con Dios.

Independientemente de cual sea nuestro caso, invariablemente las doctrinas religiosas nos enseñan una serie de proposiciones que se ostentan como ciertas e innegables y se nos solicita que las adoptemos. En otras palabras, debemos de creer en un principio o idea, que no admite réplica y cuya veracidad no está sujeta a prueba. En el fondo, esta doctrina no tendría nada de correcto ni tampoco de incorrecto, es simplemente una idea o propuesta como cualquier otra. El problema nace en nosotros mismos al momento de imponernos paradigmas que nos son imposibles de debatir. Es decir, aceptamos un esquema mental que también nos solicita pasividad racional e intelectual. En el caso de la religión y de nuestra relación con Dios, se nos enseña a adoptar una postura única, cerrada, petrificada, invariable e imposible de cuestionar.

Debemos de reflexionar y de estar atentos para reconocer que ciertas posturas nos encierran en nosotros mismos y nos evitan que abramos la mente y la puerta a aceptar otros puntos de vista. Una postura rígida nos limita para poder desarrollar una concepción más elevada del mundo y tener un pensamiento más libre.

Los comentarios y sugerencias de las páginas 36, 37, 38 y 39 del libro “Los 10 Hábitos de la Gente Altamente Atractiva” te pueden servir de guía para reconocer y es su caso erradicar aquellas creencias que limitan tu potencial.

Creer en algo es válido y muy respetable. Sin embargo, hay que estar atento cuando estas creencias limiten nuestra capacidad natural de reconocer y de reconectarnos con nuestro ser superior. Estar atrapado en la rigidez de una ideología, puede cerrarte la puerta a la oportunidad de encontrar niveles de consciencia más elevados y alejarte del camino que te lleva a entenderte mejor a ti mismo y a tu verdadera relación con Dios. Ahora bien, cuándo tenemos la expectativa de que podemos establecer una reconexión con nuestro Ser Superior, entonces esta creencia actuará a favor nuestro y nos dará fuerza para que la comunicación se establezca y mejore día con día.

Reconéctate con tu yo superior (segunda parte)


Los 10 hábitos de la Gente Altamente Atractiva aplicados para reconectarte con tu “yo superior.”

Si el espíritu es un atributo divino, una existencia conforme al espíritu será verdaderamente divina.

Sigmund Freud

Hábito 2: Libera tu mente de emociones y pensamientos limitantes

La mayoría de nosotros tenemos de manera inconsciente una serie de paradigmas que literalmente nos llevan a ser lo que creemos que somos y a tener lo que creemos que merecemos. Date cuenta que eres tú quien decide esas convicciones y que nadie te obliga a mantenerlas o a aceptarlas. Los pensamientos limitantes, que pueden tomar forma de duda o miedo, te alejan de poder elevar tu nivel de conciencia y de establecer una conexión en armonía con tu yo interior. Estos pensamientos te restringen para poder experimentar al máximo la vida y te contribuyen a sentir agobio y preocupación por vivir. Si tu mente te dice “eso es imposible” o “eso es difícil,” entonces inevitablemente estarás atrayendo a tu realidad, situaciones de imposibilidad o dificultad que no harán más que confirmarte tus propias convicciones.

Recuerda la analogía que se establece entre el proceso creativo y la metamorfosis de la mariposa en la página 30 del libro “Los 10 hábitos de la Gente Altamente Atractiva.” Cada uno de nosotros puede elegir pensar como oruga y mantener los mismos esquemas mentales que te ratifican día a día la misma realidad, o pensar como mariposa y enfocar la mente hacia ideales más elevados.

Tu “yo superior” no está alejado, no está dormido ni tampoco se encuentra separado de ti. Vive en armonía y unidad contigo y te está continuamente hablando y guiando. Tu “ser superior” no conoce límites ni dificultades. Estará siempre ahí para ti y está en ti hacer o no posible esta reconexión. Tus pensamientos y paradigmas pueden aproximarte o alejarte en este proceso. Identifica, reconoce y libérate de aquellos pensamientos que te impidan acercarte y escuchar a tu guía interior.

Foto cortesía de stock.schng

La muerte: ¿final fatalista o transformación natural?


Si la muerte no fuera el preludio a otra vida, la vida presente sería una burla cruel.

M. Gandhi

Todos nosotros hemos experimentado de alguna manera el sentimiento que acompaña a la muerte. En la mayoría de los casos, me puedo aventurar a asegurar que la emoción producida en nosotros no fue agradable. Independientemente de que haya sido provocada por haber estado próximo a ella, o tras haber perdido a algún ser amado.

La muerte en sí misma, la percibimos como algo tenebroso y terrible. La ciencia la describe como un proceso terminal con el que concluye la vida. Este tipo de definiciones, si bien pretenden ser profesionales y objetivas, no nos resultan demasiado alentadoras. Por otro lado, nuestra cabeza está llena de dudas con respecto a las implicaciones que acompañan al hecho de fallecer. Esto nos lleva inevitablemente a experimentar ansiedad y miedo.

Sócrates alguna vez dijo: “El temor a la muerte, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe.” Ciertamente, nadie conoce con certeza lo que pasa después de morir, sin embargo, solemos considerarlo como el peor de los males o castigos.

La muerte siempre ha sido temida por la humanidad. En muchas civilizaciones, los dioses de la muerte eran personificados como temibles seres que se encargaban de separar al alma del cuerpo y posteriormente solicitar cuentas a los difuntos. ¿Suena familiar?

Hasta nuestros días, esta perversa tradición nos ha seguido sin sufrir demasiadas alteraciones. La calavera encapuchada sosteniendo una guadaña, no es precisamente una imagen de amistad. Por otro lado, las religiones modernas, aunque quizá con tintes diferentes, tampoco han evolucionado o profundizado demasiado en este tema.

Nos guste o no, de algo podemos estar seguros: todos vamos a experimentar la muerte. Entonces, resulta adecuado que empecemos a enfrentarla como un hecho de la vida misma y no como una fatalista terminación de esta. La muerte es inevitable y segura. Por lo tanto, parte de vivir, es morir.

La muerte no denota un final sino una continuación de la existencia. Es una especie de transformación (la oruga “muere” y da vida a la mariposa). El alma, que anima y da vida al cuerpo físico, lo libera y sigue su camino. Es el momento en que tu “verdadero yo” continua con su viaje.

La muerte resulta una parte integral de la existencia. La vida en este plano físico es una oportunidad para crecer espiritualmente y dedicaros a perseguir propósitos más elevados y menos egoístas. Aprende a escuchar a tu “yo interior.” Deja que su sabiduría fluya en armonía junto con tus pensamientos. Permite que te dé guía y soporte a tu vida en este mundo. Tú estás en él y él en ti, en unidad continuarán con su travesía una vez que abandonen el cuerpo que hoy habitan. ¡Buen Viaje!

 Fotografía cortesía de: http://www.sxc.hu/

Reconéctate con tu Ser Superior (primera parte)


Los 10 hábitos de la Gente Altamente Atractiva aplicados para reconectarte con tu “Ser Superior.”

Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia,
podremos descubrirnos como criaturas de perfección…

Juan Salvador Gaviota

Habito 1: Conócete a ti Mismo

Indiscutiblemente el primer paso para establecer la reconexión con tu guía interna, consiste en que tengas plena conciencia y conocimiento de quién eres tú y que reconozcas que ésta expresión espiritual reside en tu interior. Cada persona sobre la tierra cuenta dentro de su cuerpo físico con dicha expresión. La puedes llamar alma, espíritu o de cualquier otra forma. Esta parte de tu ser está ligada en armonía de manera natural con el universo y con todo lo que existe, incluyéndote a ti.

Este aspecto de nosotros mismos, nuestro “Ser Interior,” si se lo permitimos puede llegar a jugar un rol importante y decisivo en nuestra vida. El “Ser Interior” y tú no están en realidad separados el uno del otro, porque ambos constituyen dos vertientes de la misma fuente. Para descubrirlo, simplemente tienes que aprender a atenuar tu mente lógica y racional para poder sincronizarte con tu guía interior. Si eres como la mayoría de la gente, entonces tienes esa pequeña “vocecilla” dentro de tu cabeza que no se está quieta y te está hablando constantemente. Para poder reconectarte con tu yo interior, debes de aprender a “callar” a esta voz y simplemente permitir que tu fuente entre en sincronía con tus pensamientos.

Para lograr la conexión, debes de aprender a aquietar la mente y así evitar que la ansiedad y las preocupaciones estorben el proceso. El ejercicio de las páginas 17 y 18 del libro “Los 10 Hábitos de la Gente Altamente Atractiva” te puede ayudar en esta tarea. Cómo en todo, la práctica te ayudará a dominar la técnica.

Tu sistema de  “guía personal” te será de gran ayuda para definir el camino y las acciones que debes de emprender para engancharte con tu propósito verdadero. Nuestra mente, a veces racional en exceso, suele guiarse por lo que le parece más lógico. Regularmente cómo parte de este proceso, tendemos a escuchar y hasta validar nuestras propias creencias y deseos con las opiniones del resto de la gente. Sin embargo, debes de entender que tu “guía interior” es suficiente y mucho más importante que la opinión o la dirección de los demás.

Cuando estableces una conexión efectiva y en armonía con tu guía interior, el universo manifestará para ti las experiencias y oportunidades que te llevarán hacia dónde realmente perteneces y a dónde tu verdadero yo quiere ir. Tus emociones, en todo momento te servirán de guía en el camino. Recuerda que si experimentas emociones positivas como alegría, júbilo o esperanza, significa que estás tomando las acciones y camino correctos. Si por el contrario, sientes miedo, angustia, depresión o dolor, entonces es hora de modificar el rumbo (revisa la página 77 del libro “Los 10 Hábitos”). Por ejemplo, si al despertar por las mañanas experimentas hastío o depresión por tener que realizar tus actividades cotidianas, significa que estas no te resultan verdaderamente satisfactorias y que necesitas un cambio de rumbo. Tu guía interior te lo indica de forma inequívoca a través de las emociones que experimentas.

Conócete a ti mismo y eleva el nivel de tu consciencia. Acepta a tu “yo interior,” invítalo a tu vida y aprende a vivir en armonía con él. La práctica diaria de la meditación te será de gran ayuda en este proceso.

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