La danza de las marionetas: 1º Diciembre 2012
Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula. John K. Galbraith
Cómo cada seis años, hace unos días en México ocurrió el cambio de estafeta presidencial. Cómo de costumbre, existen grupos de gente que están a favor del cambio, grupos que se muestran en contra y algunos otros con actitud indiferente. Sin embargo, esta vez emergió un grupo que quiso cobrar un papel protagónico, y aunque tomó una actitud que preocupa a muchos, todo apunta a que es una puesta en escena dirigida y manipulada con fines políticos.
Este grupo es víctima de su propia ceguera e ignorancia. No saben lo que hacen, ni porqué lo hacen. Simplemente lo hacen. Equipados con toletes, bombas molotov, petardos y otros artefactos preparados con antelación, esta pandilla enarbola el derecho de manifestación y lo aprovecha para comportarse como una manada de verdaderos imbéciles. Coaccionan, insultan, agreden y arremeten por igual contra policías, ciudadanos y propiedad tanto privada como pública bajo el cobijo del simple argumento de creer poseer el derecho de hacerlo. Preocupa que un grupo de gente bajo la influencia de una clara manipulación y frenesí colectivo, es capaz de prácticamente cualquier cosa.
Por fortuna para ellos (y tristemente en agravio a la nación), en este país de “nunca pasa nada” no tienen mucho de que preocuparse. Muy pronto, a aquellos presuntos delincuentes apresados por cometer motines, destrozos, robos y demás fechorías los vamos a ver de regreso en las calles. Ya veo la escena en los noticieros: un grupo de marionetas desalineadas recibiendo abrazos y muestras de afecto de familiares y amigos al salir de la prisión. Si no supiéramos que pasa, nos veríamos inclinados a pensar que estamos siendo testigos de una entrega de premios o de una graduación universitaria. Tristemente, estos malos mexicanos van a ser felicitados por haberse comportado como unos verdaderos estúpidos.
En este “mundo al revés,” sólo puedo llegar a pensar en una explicación posible:
Estamos siendo nuevamente testigos de una pantomima más de circo absurdo orquestada por algún grupo político. Estos sinvergüenzas lanzan a las calles (con sus hilos bien atados) a su cohorte de títeres para así intentar ganar cierto nivel de poder y control. México ya no puede permitirse actitudes tan absurdas. Ya no estamos para protestas, sino para trabajar unidos en seriedad y en paz en aras de edificar un país más justo y mejor para cada uno de nosotros y nuestros hijos.
El perfecto «títere» que es seleccionado para participar en estas escaramuzas es un individuo que cree (o le hacen creer) que los culpables de su situación y sus problemas son los burgueses y el sistema. O bien, cualquier otra idea que funcione para persuadirlos de participar en actos sin sentido. Por ahora, el origen de estos grupos no se limita a ciertas áreas o comunidades. Los largos hilos del “titiritero” alcanzan desde las clases marginadas más desfavorecidas hasta a los estudiantes de prestigiadas universidades privadas. El común denominador parece ser que este actor secundario puede ser cualquier persona, siempre y cuando no sea consciente de estar siendo utilizado. El personaje no debe de ser capaz de vislumbrar que cuándo la función va mal, los “jitomatazos” son para las marionetas y estas al final, serán arrumbadas en un cajón mientras que los “titiriteros” se van a festejar.
Esta víctima de manipulación parece que no muestra una gran disciplina cognitiva y mucho menos capacidad de reflexión y pensamiento propio. Ha vivido en el engaño la mayor parte de su vida y se apodera fácilmente de sueños ajenos (aunque sean estos equivocados). Su poca fe y confianza en si mismo lo hace presa fácil de ideologías carentes de sentido y erudición. No se instruye, no lee, no le gusta pensar por si mismo y esto le genera una simiente intelectual árida y perfecta para abrazar y aceptar cualquier ideología.
En fin, sus actos podrían dar material para cualquier compendio de “antología de la idiotez” y no demuestran más que su pobre capacidad de entendimiento permanece desprevenida ante cualquier acto de manipulación. Tristemente, parece ser que estos individuos se quieren multiplicar: los vimos en la toma de poder presidencial y en Michoacán por mencionar algunos sitios. Sin embargo, el problema y la amenaza no reside en estos títeres. Hoy más que nunca, debemos de sentir la obligación de reflexionar y hacer algo al respecto. Los borregos son culpables de seguir al pastor y de las consecuencias que esto conlleve. Sin embargo, todos sabemos que detrás de estos blandos cerebros hay uno (o unos) maquinando planes egoístas y hasta macabros. Son ellos el verdadero cáncer que quiere infectar y desestabilizar a nuestro país.
Las autoridades, previniendo el afamado “costo político” se muestran temerosas y sumisas. Se esconden detrás de demagogias y discursos que no empatan con sus decisiones y acciones. Parece difícil encontrar una solución viable a estos conflictos cuando además, por décadas nos hemos olvidado irresponsablemente de algunos de nuestros hermanos desprotegidos y vulnerables. No se ve una tarea fácil, sin embargo, una actitud negativa y hostil tampoco nos va a llevar a ningún lado.
En este sexenio que comienza (independientemente de nuestra afiliación o simpatía partidista) debemos de tomar una actitud diferente. Después de todo, no podemos esperar resultados diferentes si nos mantenemos pensando y actuando de la misma manera en la que lo hicimos en el pasado. Es hora de sumar en acuerdos y dejar de restar en diferencias, México ha demostrado que es un país que puede salir de los problemas y este no debiera de doblegar nuestra voluntad.
¿Qué México quieres para ti? ¿El que te mereces o el que “otros sinvergüenzas” quieren que les ayudes a conseguir? Si bien estos autores intelectuales tienen cuidado de no exponerse a la luz pública, el sentido común nos indica de quien se trata. Sólo basta mirar por otras ventanas hacia el Congreso y grupos políticos para darse cuenta de quienes toman una actitud hostil, reaccionaria y negativa.
Si ya no sabes en quien creer, haz un esfuerzo por escuchar a tu corazón. Si lo haces, tu decisión no podrá estar equivocada.
Fotografía cortesía de http://www.sxc.hu
Publicado el diciembre 4, 2012 en Miedo y etiquetado en conciencia, Entendimiento, Mexico, Miedo, superación, voluntad. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
Hasta ahora he leído palabras congruentes, y qué dan en el blanco de una manera qué debería de ser más divulgada , para despertar seguidores pensantes y conscientes .
Vaya qué estoy totalmente de acuerdo !, es imperativo seguir luchando por un mejor país.